miércoles, 20 de abril de 2011

Semana Santa de Cartagena bajo la lente de Cayuela. El muy querido Santiago Apóstol

La Agrupación de Santiago Apóstol, es, por muchas razones, una de mis más queridas agrupaciones; por muchos motivos.
El Santiago, ante el Palacio Consistorial de Cartagena
De traje tan llamativo y elegante, con esas capas blanquísimas mecidas por el viento, en su salida del "Gobierno Militar".
Monaguillos de Santiago, Martes Santo, Cartagena 
"El Santiago" despierta el cariño y simpatía de Cartagena, siempre ha sido así.
Es el apóstol que creemos entró por nuestra actual Santa Lucía, el cartagenero lo considera casi su paisano, fue nuestro vecino.
Santiago, Martes Santo, Cartagena 
Sus portapasos gritan eufóricos "¿DE QUIEN ES LA CALLE MAYOR?


!DEL SANTIAGO!


Así se responde, y es verdad; no solo la calle Mayor, toda Cartagena es del Santiago.


!Viva el Santiago"


COMENTARIOS SOBRE EL APOSTOL SANTIAGO
Estandarte del Santiago, Martes Santo, Cartagena 
Este texto sobre el servicio cristiano hay que ponerlo en relación con los vv. 17/19 que anuncian el mayor servicio de Jesús, el de su propia muerte. 
Santiago, Martes Santo, Cartagena 
La madre de los hijos del Zebedeo aspira no sólo a un mejor puesto para sus hijos, sino a lo máximo, al todo del reino. La aspiración a lo más alto es algo grabado en el corazón del hombre. Jesús no anulará esta aspiración sino que le dará un nuevo giro, aunque la ambición esté, por supuesto, descartada del reino.
Santiago, Martes Santo, Cartagena 
Como en otras ocasiones Jesús calma el ardor de sus discípulos sin humillarlos. Pero los apóstoles no podían imaginar ni la magnitud ni el verdadero significado de este cáliz. 

Solamente la gloria de Jesús, la experiencia de la cruz vencida, pudo dar a las primeras generaciones de cristianos la fuerza necesaria para enfrentarse a la muerte por ser creyentes.

Sólo Dios decide los asientos en el Reino. Solamente él asocia a quien quiere a su autoridad de juez escatológico, y ni siquiera el martirio da derecho a ninguno de ellos. 
Santiago tras su tercio, Martes Santo, Cartagena 
Si el que se dice creyente "exige" a Dios una recompensa por su adhesión, no ha entendido que el único camino para "llegar arriba" en el reino de Jesús será sobre todo el ponerse al servicio de los demás.

La segunda parte de la escena se centra sobre el grupo de los demás apóstoles. Jesús no critica directamente los poderes terrenos, sino que enseña a sus amigos que no es un modelo al que se pueda equiparar el Reino. 
Banderines y Trono de Santiago, Martes Santo, Cartagena 
Más aún, el verdadero medio de que disponen los miembros de la comunidad mesiánica para llegar a la "grandeza" del Reino es el servicio. 

El sentimiento y deseo de superioridad que anida en el corazón de todo hombre tiene un cauce de expresión en la dinámica del reino: el servicio. 
Músicos de Santiago, Martes Santo, Cartagena 
Todo lo contrario a lo que cabría esperar. Sólo mirando al servicio total de Jesús en su muerte es posible entender estas palabras sin pensar que se trata de no sé qué ironía.
 v. 28: Este verso viene a ser la clave del servicio cristiano. Jesús es el siervo que ha sufrido por muchos (cf. Is 53. 11-12). 
Santiago, Martes Santo, Cartagena 
Así ha realizado el servicio fundamental: el haber dado comienzo para los hombres al tiempo de salvación. Si el Hijo del hombre no se arroga el poder de dar los puestos en la gloria (v. 23) siendo, como es, el servidor por excelencia mediante su muerte, la ambición religiosa es lo más opuesto al evangelio. Solamente una iglesia servidora es una iglesia creyente.
Santiago, Martes Santo, Cartagena 
EUCARISTÍA 1978, 34
Los hijos de Zebedeo son los discípulos Santiago y Juan (cf. Mc 10, 35) y su madre se llama Salomé (cf. Mt 5, 56; Mc 15, 40). 

La petición de esta madre en favor de sus dos hijos se comprende si tenemos en cuenta que los discípulos de Jesús esperaban el pronto establecimiento del reino mesiánico. Además, pensaban en un reino temporal en el que habría honores, dignidades y puestos apetecibles para los amigos de Jesús. 
Santiago, Martes Santo, Cartagena 
Sin embargo, el reino de Dios es muy distinto y sólo se establecerá cuando vuelva el Señor (Hech 1, 6s). Mientras tanto, lo que importa es seguir a Cristo y ser testigos suyos en el mundo.
Santiago, Martes Santo, Cartagena 
No es la misión de Cristo en la tierra situar a sus amigos en los mejores puestos y conceder honores, sino salvar a los hombres con un amor que no se detiene ante la muerte y muerte de cruz. 
Santiago, Martes Santo, Cartagena 
El que ha resucitado a Jesús de entre los muertos, sabrá resucitar y premiar en su día a los que ahora siguen los pasos de Jesús.
Esforzados portapasos del Santiago, Martes Santo, Cartagena 
El disgusto de los otros discípulos al descubrir la ambición de sus compañeros, Juan y Santiago, ofrece una buena ocasión al Maestro para enseñar a todos una gran lección. 

Jesús les recuerda cómo se comportan en el mundo los que dominan sobre los pueblos, y les advierte para que no suceda entre ellos lo mismo. 

Pues si él no ha venido a este mundo para ser servido, sino para servir, sus discípulos no deben aspirar a otra cosa que al servicio amoroso a todos sus hermanos.


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